la cuido (como un ángel vigía
descubre al ladrón)
le llevo cartas, hechas de tiza,
pulso y pizarrón
le voy dando garrapiñadas, de a poco,
como en realidad deseo aprender
y entregar-me al amor
la escucho, pacientemente
y sin interrumpirla
o, cuando es oportuno, intervengo
en el iris
y lo colmo de tragi-comedias,
fiel y obsesiva a mi estilo
también me subo hasta lo alto del techo
y desde ahí corto laureles
que luego bajaré
con miedo a caerme
como miedo también le tengo
a los enchufes
y sí, también juro con gloria ()
empujo carretillas
y cuido que el mate no se lave,
ni sea muy dulce, ni muy caliente
por mi exceso y su diabetes
le doy abrazos sorpresa
besos en los cachetes
y saltos en las ocurrencias
le cumplo algún que otro
capricho
le saco fotos, de espalda al sol
para que se luzca
y le rasco la espalda
"ahí, justo ahí donde me pica"
puede parecer un poema de amor
y de hecho lo es: estoy hablando
de mi madre
esa mujer-extraña-extraterrestre
-extraordinaria
que, a falta de novia,
¡y aún si la tuviera!
seguiría siendo mi amada
"...mi amada madre,
mi madre amada..." ()
🖊️ Agustina Ferrand

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