Si alguna vez una persona que amás te hace daño, al menos desde mi experiencia, puedo decirte que sólo esa persona realmente sana la herida. Quiero decir: la curación es mucho más rápida si esa persona "hace presencia" y se queda cerca en el dolor o el trauma.
De lo contrario llevarás en tu mochila más de un desvelo a la espera de un acto ético. Lo que se dice "reconocer al otro en toda su fragilidad y hacer algo al respecto".
Otra cosa que no es cosa: Hace falta mucha alma para reconocer que hicimos daño y decir "perdón, me equivoqué", "perdón, me excedí", "perdón no estuve ahí". De hecho creo que pedir perdón es lo que más le falta a mí país.
¿Pero si cura? ¡Puffff! Cura muchísimo.
Porque somos víctimas y victimarios. ¿Cuando somos víctimas pedimos ayuda? ¿Cuando somos victimarios nos hacemos cargo?
🖊️ Agustina Ferrand

No hay comentarios.:
Publicar un comentario