Todo es lectura. Pero los animales y los que no están alfabetizados no pueden interpretar los signos. No pueden leer palabras.
Y nosotros, que tenemos ese don (ese derecho, ese camino) muchas veces lo desperdiciamos. O quizá, no le damos su debida importancia en la categoría de "dones, derechos o placeres". Porque sí, si no hay placer que no haya nada. Leer y escribir tienen que ir por ahí.
Y sí, yo también creí que lo decía todo poniendo un "corazoncito ♥️" en una historia. Cuando bien podría haber hecho el esfuerzo de esforzarme más. De querer, de cantar, de abrazar.
Y es porque yo tampoco quiero perder la humanidad, o la sensibilidad que me habita, que te invito a rescatar la tuya, y abrir libros o lenguajes como yo los abro: como si fuesen oráculos.
Para que, viniendo de los árboles como ellos vienen, sean ellos -y no otros- quienes nos den el oxígeno que nos falta. Acontece que unir, o descubrir, palabras se parece a reparar un cuerpo. Y acariciar un cuerpo se parece a componer un poema. ¿Ah, ésto no es música? ¡Cómo que no! Si tiene ritmo y melodía. Hay "la voz". Y hay "el silencio". Hay "el baile" y hay "el brindis". Hay "la copa", hay "la caída" y hay el "tajo". ¿Hay "la curita"? ¿Hay "el atajo"?
Todo es celeste en el mundo de las nubes.
Por eso te traigo un pico de pajarraca, que hasta el fin del mundo lo sabe: Las palabras pueden crear cielos o abismos.
Depende de qué tan grande sea tu coraje te irás volando, como un benteveo que canta "bicho lindo", hacia todo "esto que te cuento".
Es decir: traerás el cielo a la tierra.
Y en el mientras tanto escribirás hazañas, enseñanzas o poemas. Como todos los que no tenemos otro lugar -así de digno- donde caernos y morir(nos) bien muertos.
Todo es lectura. Empieza en los ojos y termina en los pies. Desde lo que se ve, con total nitidez, hasta todo lo que no, ni que te operes el ser.
Nadie sabe todavía por qué.
Menos mal.
Menos mal para mi bien.
(Hay cosas que mejor no saber).
🖊️ Agustina Ferrand

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