Pueden coexistir la dicha y el horror, lo sé. De eso estoy hecha. Y por eso me deshago, en cualquier nube u hormiga, cuando pasan ellas o yo paso. Montando escenarios catastróficos. A medida que milito que "el amor es construcción".
Habitando ausencias, reversionando pasados.
Pueden coexistir la risa y el llanto; la comedia y el drama, el meme y García Lorca.
De hecho, si usted me lo permite, yo le digo que "no hay otra".
La golondrina con el pico cuenta un chiste, y con el ala inventa mundos. Y para nada somos todo, si con un poco ya alcanzaba.
Aunque no haya día en que no me urja la decisión de poner un paño. Porque la fiebre es ostentosa, y esa gente no vale un chimango.
¿Dije poner un paño? Claro, a lo que iba, acá en tú, con la flor o la guitarra en la mano, es a que yo que vos "nomás me apuro cuando hay que detenerse".
Nadie llegó rápido al amor, sin antes haberse sacado los zapatos.
Lo cual explica muy bien lo del respeto, la ternura, la voracidad y la confianza.
Se besan, se cuidan, se embelesan, se dan la mano.
"Entre el espanto y la ternura la vida canta".
En mi experiencia sólo diré que siempre dió en la nota, cuando le entregué no sólo las melodías, sino también el temblor, la fe absoluta y las entrañas.
🖊️ Agustina Ferrand

No hay comentarios.:
Publicar un comentario