"sos demasiado" me decían de chiquita
y me pasaban
de 3ro a 5to grado
mis compañeros me miraban con cara de bicho raro
y también me decían
"sos demasiado"
en la secundaria
mientras aprendía de memoria poemas
y los recitaba en el recreo
una compañera aficionada me escuchaba
y nuevamente el eco
"sos demasiado, sos demasiado,
sos demasiado"
y ahí iba la demasiada, más sola
que loco malo
trascendiendo la adolescencia para
llegar a este vagón extraño
en el que todavía -del todo- no me hallo
¡hasta que... de repente! ¡una novia!
y no va que la maldición, otra vez,
haciendo de las suyas: "Agustina,
sos demasiado"
pero dejame explicart*
esto no es lo que parec*
"me tengo que ir, sos demasiado"
está bien: te regalo mi dentadura imperfecta, los días en los que no junto fuerzas ni para el baño, el pelo crecido y mal peinado, las fobias, los vicios, el despelote cósmico que armo -sobre todo cuando no me importa algo- a saber: los tomates de hace días, las ollas indeseadas
y quizá también las ortodoncias que nunca
me podré colocar
los bíceps que ya no trabajo
los libros que, todavía, no abro
y los chistes, en evidencia, muy malos
te lo regalo todo, llevatelo, no me dejes nada
haceme percha
que quiero ser "poquito"
a ver si, en una de esas, tenes piedad de mí
y me llenás de besos, no por lo que abunda
sino por lo que me falta
🖊️ Agustina Ferrand

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