y desde acá pude hacer(lo)
y recibir(lo) todo/
no por mí, ni para mí/
sino por Dios/ y para el pueblo/
él dicta los pianos/ los tambores/
y los bajos eléctricos/
de no ser por sus melodías/ en esta vida,
en este mundo/ no habría pan
sobre la mesa/
ni siquiera yerba, shampoo anti-caspa,
ni medias con dibujitos/
al final conseguimos la mitad, Agustina/
y es por eso que sigo inconclusa/
a la espera de que una opuesta
complemente tanto fuego, tanto aire/
quizá para brotar, algún día,
en el jardín de la lluvia/
los charquitos que había en sus ojos/
apagaban el incendio/ que se me hacía
en las manos/
es decir: a mí me quemaban en la hoguera
y ella, con su llanto, me salvaba/
🖊️ Agustina Ferrand

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