No soy tan sabia, ni elevada, para prescindir de él, todavía. Hasta me atrevo a decir que le beso las antenas -que en un principio tenía- y después me desarmo sobre él. Como cuando hacés el amor con la persona que más amás y te ama. Eso sí. Cuando me aparto me aparto. Pero cuando lo tengo me tiene. Si fuese socióloga, claro está, daría charlas sobre esto: el mal de nuestros tiempos. Pero, como soy infancia por encima de adultez y estrategia, prefiero jugar con él y amarlo inocentemente. Como se ama todo lo que no sabés que, en realidad, puede romperte. Es que un teléfono no será el Monte Everest, ni el Aconcagua, ni la superioridad de China, ni el Río Salado. Pero, pa' los que nos íbamos a las casas de nuestras tías a mirar dibujitos y con ellas también viajábamos en auto, es todo un acontecimiento y quizá una algarabía. ¡¿Quién nos diría que podríamos tener una cámara fotográfica, un grabador portátil, un reproductor de música, cientos de libros y hasta un Encarta (ahora Google)?! O sea: ¡UNa R3 compu, herman0! Dejáme toda la vida con mi pequeño triunfo capitalista. Que yo no quiero la pena, sino las vaquitas. Y desde acá uno puede, va y quiere. Sale al campo sin campo. Y besa a las chicas sin besos. Oh, pequeño, dulce y furioso teléfono. De no ser porque te tanteo -cual policía injusto- cuando salgo, no diría -en este canto- lo mucho que te quiero y me entusiasma. ¿Soy un vencedor vencido? ¿Ahora tiro yo porque me toca? Diablo eléctrico de mis días, yo sé que creés en Dios porque por todas partes hablás de él. Y a veces sólo él te acompaña. En especial cuando el encuentro o la conversación es tan, pero tan honda, que te quedás atónito y descuidado. Frente a lo que nunca podrás tener, por mucho que lo intentes. Y acá me muevo de bando. Porque a veces sos malo, Diablito. Nos exponés frente a los otros. En la tontería, la furia, la ternura o la grandilocuencia. Entonces me digo: ¿En cuál de todos los balcones me espera Julieta? Que yo no seré Romeo, pero -como fiel inocente e infante- acá estoy, tapada de juegos lingüísticos y toboganes. ¿En cuál balcón, Julieta? Que todavía hay novelas que ansían tener otros finales, y donde sea que estés te sigo transmutando.
🖊️ Agustina Ferrand

No hay comentarios.:
Publicar un comentario