Soy una perra. No soy sin la otredad. Y soy capaz -creéme que soy capaz- de quedarme toda una noche o todo un día, detrás de tus puertas, hasta que vengas. Vivo para que vengas. Soy la guardiana de tu sueño más conmovedor o personal. Es mi trabajo. No me quejo. A lo sumo gruño, y algunos alejan la mano. Pero siempre vivo, existo y respiro "para y por" tu vuelta. Ya no hay secretos. Oléme. Tanteáme. Pero no tengas miedo, por favor, ¡que soy tu perra! Y el más mínimo gesto de desprecio me cambia el hocico. Mejor dejáme una caricia, para cuando la vida es dura y ya no hay nada que la ablande. Ahí voy a estar yo, tu perra. Para mover la cola y las antenas.
🖊️ Agustina Ferrand

No hay comentarios.:
Publicar un comentario