"Regalos hay muchos, pero nada se compara con unos ojos que nos prestan atención. ¡Pero qué linda sos, Santo Tomé, cuando nos honrás tanto en vida! Desde las lágrimas sentidas de Maru, hasta los poemas creyentes -pese al dolor- de Jairo. Ni que hablar si nos adentramos en lo mucho que los chicos del EEMPA "Nativas del Salado" leyeron nuestra obra y nos hicieron sentir importantes con sus preguntas abre-puertas. Pa' qué escribe uno si no es para seguir asombrado/a. "Mi niña, por fin, reconocía a tu niña" no es más que una foto, de un momento inolvidable -con lo que me costó la osadía de escribir para las mujeres que amo- como las que bien supo sacar Maru en "No tengo fotos de ese verano". Para no perder de vista que, al menos por un instante, -o "en la velocidad y en la luz"- puede verse un sueño eterno cumplirse y también acechar nuestras cabecitas de atrapadores de ideas o de vida, para luego volcarlas en palabras y abrazar a quien/es busquen o necesiten abrazos. Quizá se trate de no olvidarnos de "SER" HUMANOS. ¿O no, Jairo? De aceptar las lágrimas o las revelaciones cuando llegan. Y hacerles un lugar en el otro, en el cuaderno o en la mini-compu-telefóno, que hoy tanto usamos. Pero, sin duda, también en el almita nuestra. Que por cierto siente mucho, todavía. Y se alegra hasta estallar cuando la palabra nos reúne. Y en ella somos dadores oficiales, de lo que mejor nos sale. Gracias por esta noche, chicos y chicas. Felicitaciones por estar terminando la Secundaria. Y un abrazo incondicional a Diego, que coordinó y acompañó en todo momento. Nos vemos en @casadelaculturasf. Hoy triunfó el compartir. Y fue como un país florecido para mí.
♥️ Con Amor: Agustina 🌈
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